#11 Pablo Ramírez | Diseñador

Temporada 2

Con sólo trasponer la puerta de su tienda, se entra en un mundo donde el negro es el rey, y el blanco impoluto acompaña los diseños que nacen en dibujos en lápiz y se convierten en prendas de deseo. El mundo binario de Ramírez no admite cambios. Pablo Ramírez es un apasionado por lo que hace y no le cuesta reconocerse “obsesivo”, “radical” y hasta “workaholic”, pero para nada reniega del universo que creó, aunque muchos en un principio lo vieron como algo imposible de imponer.

Su primer acercamiento a la moda viene a través del dibujo, ya de niño dibujar para él fue algo natural; también, la posibilidad de inventarse mundos propios en donde jugar con la imaginación. Fue en realidad en adolescencia, en la escuela secundaria, que comenzó a inventarse ropa porque no encontraba nada con lo que se sentía identificado, también le diseñaba los vestidos a su madre y hermana. A los 15 años, participó en el concurso de la firma Alpargatas, “Tela y talento”. Al no ser mayor de edad, no pudo quedar, pero el jurado lo alentó a seguir en ese rumbo por “tener mucho potencial”. Cuando estaba en quinto año del secundario se creó la carrera de Diseño indumentaria y textil, en la Universidad de Buenos Aires. Y en los 90, dejó su pueblo natal, Navarro, y vino a capital porteña a estudiar. Hoy es un referente de la moda a nivel local e internacional. Y si bien en sus colecciones impone el negro y blanco, cuando diseña vestuarios teatrales entran en juego otros tonos. Diseñó los vestuarios de Sputzal, Sentimental y Cinelandia, y el de la ópera Tosca para el Teatro Solís, de Montevideo, Uruguay. También participó de varia ediciones con sus ilustraciones.

Con la teatralidad que le da la música clásica que se escucha de fondo, en su estudio, se abre su mundo, repleto de libros y fotos de moda. Salpicadas en las paredes ofician de racconto de lo que fue su paso a través de más de varias décadas de estar involucrado en la moda. “Yo no pretendo cuando diseño las prendas de mi colección que todo el mundo salga vestido completamente de Ramírez, sino que me gusta pensar en que lo que estoy haciendo lo va a poder cada uno usar como quiere, que lo va a poder mezclar, que lo va a poder incorporar a su guardarropas”, afirma Pablo.