De guerreras y desbordado
Para Guillermina Baiguera todo su trabajo tiene que ver con la experimentación, con probar otras cosas que no queden solamente sobre la tela.
Cuando estuvimos grabando su capítulo para Creadores, nos contó cómo surgió lo que ella llama «desbordado», una técnica que incluye bordar la tela y luego… desbordarla. ¡Sí, sacar con mucha delicadeza esos mínimos puntos que le llevó tantas horas bordar! Aquí la historia entre mujeres guerreras y un error que llevó a un interesante descubrimiento.
«Es algo que surgió hace 9 años cuando estaba trabajando en una serie de guerreras, eran once guerreras, la última no me gustó y la desbordé y quedó la tela marcada», comenzó su relato Guillermina.
«Eso me gustó, de hecho la dejé así desbordada- continuó su explicación-. Y retomé esta técnica ahora, después de tantos años, y de haber pasado por muchos procesos de bordado, y empecé a trabajar en esto específicamente: el bordado y desbordado, y las cicatrices y las marcas que quedan sobre la tela. ¿Qué pasa ahí, no? qué sucede cuando bordo con punto cruz o con un zurcido, o con otro punto las cicatrices son distintas porque la tensión de los hilos hace que la tela se abra de forma diferente. Me gusta observar esas cosas, no importa si lleva meses bordarlo y desbordarlo lleva otros meses más, es algo que me lo debo a mí. Tal vez, como experimentación».
Guillermina partió de un bello texto para crear sus 11 guerreras, y es el título de cada una. Aquí se los dejo completo, como cierre de esta bella historia que tiene que ver con el hilo, la aguja y mucha paciencia.
Tengo un pedido
Matarte a lágrimas
O darte con el taco en la cara
Te veo
Todavía te veo
Pero reina, en qué momento dejé de reir?
Rematadora
He aquí un corazón destrozado
Ese precioso instante
El peso de la piel pide cambio
Juega, corre, canta. Sé bella
Por Susana Parejas
@suparejas