Inspiración dinastía Ming

De cómo las flores de un jarrón de la dinastía Ming, del siglo XV, terminaron convirtiéndose en un sombrero, es otra historia que surge de los días de grabación del programa de Laura Noetinger. Su inspiración puede surgir de una obra de arte, hasta de un simple hierro de una ventana. De esos elementos que va descubriendo en su camino. «No lo puedo evitar, soy muy, muy observadora de todo lo que me rodea, desde observar mi entorno hasta ver muestras todo el tiempo, estoy yendo a los museos estoy viendo qué pasa porque es muy, muy inspirador, yo siempre, siempre fui. En Londres no me perdía ninguna, y acá trato de ir y ver qué es lo que pasa», cuenta Laura.

Cuando le pidieron una pieza muy especial, Laura decidió recorrer el Museo Nacional de Bellas Artes, en Buenos Aires, no era la primera vez que lo hacía, ya en otra ocasión una obra de Xul Solar, la había inspirado. En este recorrido dos enormes jarrones que están junto a una vitrina con objetos de la dinastía Ming, le llamó la atención, sobre todo el diseño de las dos enormes flores que estaban en ellos.

Según se lee en la información de la página del museo, los jarrones de flores fueron muy valorados para la decoración de interiores en la época Ming. A las flores se la valoraba igual que a un jardín. Así, en muchas piezas de cerámica de este período aparece la flor del ciruelo, símbolo de la flor nacional de China y del inicio de la primavera y de la longevidad.

Y nos fuimos con Laura y María Inés Ballester, su clienta, al Museo de Bellas Artes, para que conociera de dónde venía la inspiración que luego se convertiría en una pieza para llevar sobre su cabeza. Las dos charlaron todo el tiempo, y más allá de explicar cómo diseñaría el sombrero el consejo fue vestirse con algo turquesa.

¿Cómo llevar este diseño a un sombrero?

La idea de Laura fue hacer en vez de una flor un gran moño, que hiciera las veces de los pétalos, que iría sobre un botón. El material elegido fue una rafia importada en un tono beige dorado. «Es ideal para trabajar porque es muy escultural», asegura la milliner. El vestido todavía no lo vimos, pero el sombrero te podemos enseñar cómo quedó, ya que fuimos testigos de su confección. Increíble.



 

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