#17 Leo Vinci | Escultor

Temporada 2

 



Tal vez el nombre que le pusieron al nacer predestinó de alguna manera su vocación. Así, a Leonardo Dante Vinci, unas pocas letras lo separan del nombre del gran creador del Renacimiento. A los 8 años ya le gustaba dibujar, tanto que su padre le armó un taller en la habitación que daba a la calle en su casa. Allí instaló un caballete precario y, como siempre le gustó trabajar en tamaños grandes, su papá -un trabajador de la construcción-, con “gran esfuerzo” le compraba papel de gran tamaño. Leo lo trababa contra la pared y así dibujaba.

Sus estudios en arte comenzaron al mismo tiempo que terminó la escuela secundaria, a los catorce años, todavía recuerda el día en que su papá lo llevó a rendir el examen de ingreso una bella casa de Retiro. Egresó de las Escuelas Nacionales de Bellas Artes Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón, y de la Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación Ernesto de la Cárcova. Y, como él mismo dice, “y hasta ahora siguió trabajando”.  (Este 2018, cumplirá 87 años.)

Patrocinado por el Fondo Nacional de las Artes, realizó un viaje de estudios por España, Italia, Suiza y Francia. Participó en el Grupo del Sur, formado en 1959 junto con Aníbal Carreño, Carlos Cañás, Ezequiel Linares, Reneé Morón y Mario Loza.

Ejerció la docencia entre 1962 y 1976, año en el que fue dejado cesante en sus cargos de profesor en las escuelas oficiales de Bellas Artes, por las autoridades de la dictadura militar. A partir de ese momento realizó obras como «Ausencia», «Hacia dónde», «Sólo la sombra» o «El que no está», vinculadas con las víctimas del terrorismo de Estado.

En 1987 fue co-fundador y vicepresidente de Fundart, Fundación para la Integración de las Artes. En 1989 es seleccionado para ubicar una obra de gran tamaño en forma definitiva, en uno de los patios de la Casa Rosada.

Realizó numerosas exposiciones individuales y exposiciones colectivas en la Argentina y el exterior.Sus obras se encuentran expuestas permanentemente en paseos y museos de Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Estados Unidos, España, Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Japón y Australia.

A su taller de escultura concurren becarios argentinos y extranjeros. Pero, él no considera que hace docencia, sino que es «un predicador». «Predico un pensamiento y una forma de entender la realidad y la vida. Y es lo que lo plasmo en imágenes”, afirma Leo.

Más historias creativas